miércoles, 13 de noviembre de 2013

Articulo en español




Resumen
La actividad fisiológica está influida por el reloj circadiano, por lo que la inmensa mayoría de respuestas conductuales, hormonales y metabólicas fluctúan durante el periodo de 24 h comprendido en los ciclos de luz- oscuridad asociados a la rotación de la Tierra.
El control principal de esta ritmicidad es  ejercido en los mamíferos desde el hipotálamo, por la actividad cíclica del núcleo supraquiasmático. Sin embargo, se ha reconocido recientemente que existe un reloj alternativo que en lugar de responder a  la luz, es sincronizado por la accesibilidad al alimento. Este reloj biológico, del cual se desconoce su localización anatómica, se le conoce como Oscilador Sincronizado por el Alimento (OSA). La expresión del OSA se consigue al restringir la alimentación de cada día a un periodo corto de tiempo (~2 h), y prolongar esta forma de comer hasta 3 semanas. El protocolo implica en cada día la alternancia de un periodo largo sin alimento (22 h) y sólo un tiempo limitado para la ingesta de  alimento (2 h). En consecuencia, la expresión del OSA se visualiza como una  adaptación de la fisiología circadiana a una forma de comer que conlleva ciclos  repetitivos de un ayuno prolongado seguido por una ingesta de comida muy  intensa y abundante.
En esta revisión se hace un compendio de las principales adaptaciones  endócrinas y de los cambios bioquímicos del hígado que  acompañan la expresión del OSA. Los resultados ponen de manifiesto una conexión entre el reloj molecular y las redes metabólicas, con influencias mutuas y  complementarias. Asimismo, se constata que la expresión del OSA confiere al  organismo una manera nueva y diferente de modular su fisiología, que la distingue de los cambios asociados a los ciclos simples de ayuno de un día y  realimentación.
Los datos generados con este modelo experimental tienen la potencialidad de hacernos comprender mejor la relación entre los ritmos biológicos y algunas patologías, y entender de mejor forma cómo la desregulación circadiana puede favorecer entidades nosológicas como la obesidad, la diabetes o el síndrome metabólico.

Algunas notas
*Cuando se administran dietas altas en grasa en un periodo circadiano incorrecto, se acelera la ganancia de peso corporal en comparación con animales que comen en el periodo circadiano correcto.

*Se ha identificado una serie de genes y sus respectivas proteínas los cuales participan en la generación de la ritmicidad circadiana, a través de un asa positiva como los genes Clock y Bmal y un asa negativa Per y Cry, otros genes que participan de manera importante son Rev-erb-α, Ror-α y Dec. A este conjunto de genes se les ha denominado “genes reloj” [1].

*Una característica de los ritmos circadianos que emerge de los estudios moleculares es que las características del reloj están genéticamente programadas. La mala coordinación entre la longitud del periodo y la sincronización al inicio del periodo luminoso, repercute en la estabilidad del sistema, ya que los ciclos de reparación y daño del DNA se descontrolan. Alternativamente esta mala coordinación puede desencadenar procesos bioquímicos incompatibles, como un descontrol en la fase de oxidación o reducción dentro del ciclo metabólico.
*En la actualidad se sabe que personas que laboran en horarios nocturnos de trabajo con la consecuente alteración del ritmo circadiano, padecen un gran número de enfermedades metabólicas cómo diabetes tipo 2, obesidad, desordenes gastrointestinales y del dormir, y una predisposición al cáncer.

*Un fenómeno importante en la biología de los ritmos biológicos es la sincronización, que es definida como un ajuste de los ritmos internos a eventos ambientales externos. Este proceso puede sustentarse por la luz, interacciones sociales y conductuales, la temperatura, el estatus metabólico y por el alimento.

*Cuando la insulina accede al cerebro disminuye la ingesta de alimento y el peso corporal. Se propone que la insulina sirve como una señal adipocítica en el cerebro que informa sobre la cantidad de grasa corporal y causa una respuesta metabólica de largo plazo, disminuyendo la ingesta de alimento e incrementando el gasto de energía.

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